16 julio 2014

Convocatoria Juevera: Túneles

Me invita mi amiga y compañera del taller de cuento Charo a participar en las convocatorias que, desde hace un tiempo, llevan a cabo un grupo de blogueros todos los jueves. Intentaremos estar a la altura. Pues ahí va mi historia.

Por un lado rodeándonos, la enorme estación de Munich. Del otro, nuestros pequeños e ininteligibles billetes de la DB Bahn en la mano. Menos mal que habíamos podido encontrar una máquina expendedora que funcionara en español. Andén 6 destino Salzburgo, una excursión cortita para visitar la cuna natal de Mozart.
El traqueteo y el madrugón hicieron que te durmieras a las primeras de cambio. Yo iba mirando por la ventana el bucólico paisaje de los Alpes lleno de florecillas amarillas y verdes praderas hasta donde alcanzaba la vista. Y montañas, altas cumbres que debíamos atravesar o subir para llegar a Salzburgo. Tu respiración acompasada a los saltos de las traviesas y tu cabeza apoyada en mi hombro. Una nube imposible tapó el sol por unos segundos y ante el tono gris que adquirió todo, no pude evitar pensar que, quizá, por estos mismos raíles habían viajado de ida sin vuelta muchos judíos durante la segunda guerra mundial. La vida a veces es en blanco y negro.
No sé el tiempo que llevábamos de viaje cuando, al fondo en la falda de la montaña, apareció la enorme boca de un túnel que se tragó el tren. Al instante las luces del convoy se encendieron despertándote.
El tren seguía avanzando, pero yo ya no era capaz de distinguir si de modo rápido o lento. Al asomarme por la ventana para intentar vislumbrar algo, el cristal me devolvía la imagen sonriente tuya y del resto de pasajeros. El tiempo dentro parecía no tener fin. El túnel tampoco. A mi me parecía que la marcha aminoraba mientras fuera era continúa la oscuridad.   

A nadie parecía preocupar que pudiéramos llevar horas o quizá ya días recorriendo un túnel hacia no se sabe dónde. Yo ya no entendía. Seguía intentando adivinar algo fuera, pero un color muerte lo colmaba todo. Pensé que podíamos estar parados. Que alguien vendría a rescatarnos. O que estaríamos perdidos para siempre en este túnel. O que, o que…tú seguías jugando con un mechón de pelo. Te miré suplicante y sonreíste. Suspiré. Fuera creo que seguía el traqueteo y la inexorable oscuridad. 

13 comentarios:

Tracy dijo...

Un viaje entre ausencia y realidad

Max Estrella dijo...

Muchas gracias Tracy por la visita
Besos y abrazos

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Bienvenido amigo. Un relato que va ganando en intensidad y que el final queda incierto ante lo que pueda pasar. Ahí está nuestra imaginación.
Un saludo

Neogeminis Mónica Frau dijo...

En ese punto en donde la irrealidad se abre paso en medio de nuestro mundo palpable, el pasado y el futuro puede hacerse presente y los sitios mutar hacia formas que ya fueron o aún no se concretaron. Muy interesante tu relato.
Saludos jueveros...y bienvenido al grupo!
=)

Charo dijo...

Me encanta la atmósfera que has recreado, y esa sensación de irrealidad dentro del túnel donde seguramente quedaba la estela de los judíos que no regresaron nunca.
Bienvenido al grupo y muchas gracias por participar en mi convocatoria.
Un beso

Max Estrella dijo...

Gracias, Carmen por pasarte y por la bienvenida...espero tener el tiempo suficiente para esta gran aventura...
Neo, muchas gracias...es que el tema túneles da para mucho ¿verdad?
Charo...gracias por abrir la puerta...me estoy asomando poco a poco y creo que me puede gustar...

Sindel Avefénix dijo...

Bienvenido a los jueveros!
Tu relato es intenso, tiene un clima de suspenso que va aumentando hacia el final, con pasajes de pensamientos melancólicos sobre una historia que da escalofríos.
Me gustó mucho leerte.
Un abrazo.

Alberto V. dijo...

El tren que se detuvo en el tiempo. Los trenes que pasaron y que nunca debieron llegar a su destino. Fuera, la tragedia; dentro, ella acariciando su pelo y sonriente. De todos modos, algún día habrá que salir del túnel... O no?

Un saludo y bienvenido al club.

Leonor dijo...

Bienvenido a los jueves. Interesante relato lleno de intriga. Me gustó como suavizaste el final.

Besos.

San dijo...

Un viaje mezcla de irrealidad y sueño, pero veo que más llevadero por la compañía bella de quien se acariciaba ese mechón de pelo.
Bienvenido a este grupo.
Un abrazo

María José Moreno dijo...

El tiempo y el espacio esos grandes puntos sobre los que gira nuestra existencia y ese túnel que nos aleja de nuestras coordenadas. Bienvenido Max a este grupo juevero. espero que nos veamos por aquí. Un abrazo

Mamaceci dijo...

Decididamente un túnel es el pasaje perfecto para que la realidad se funda en un sueño, da sensación de fuerte congoja!
Abrazo

Anónimo dijo...

Fuera, el incesante traqueteo y la más absoluta oscuridad en un tiempo que se intuye eterno. Dentro, la seguridad que proporciona la sonrisa y cercanía del calor humano.
Me ha gustado mucho tu relato.
Bienvenido a este grupo de amigos amantes de las letras. Nos leemos por aquí.
Un abrazo.