12 junio 2011

Recuperando Tradiciones

El año pasado por razones obvias que muchos de ustedes conocen y que hace una semana cumplió un año, no pudimos asistir Ana y yo a nuestra cita con la cervantofilia. Este año, casi tampoco; pero al fin, el sábado por la tarde, pudimos dar un pequeño y reconfortante paseo por ese universo de letras, páginas y autores que es la Feria del Libro de Madrid. La experiencia cada vez es más gratificante. Compras, las justas, y es que la falta de tiempo hace que tenga muchos libros en la recámara como para ir acumulando más. En primer lugar, uno para el niño "Mi Pijama y yo", que ya le leemos por las noches para que le vaya tomando el gustillo a esto de leer. Y para los mayores, 1Q84 de Murakami (casi el único superventas que compro, el resto los deshecho, salvo lo que ahora diré); El Don de Gentes de Elvira Lindo, que amablemente nos firmó un ejemplar; El Vigilante del Fiordo, de Fernando Aramburu (una apuesta segura); En el País de la Nube Blanca, de Sarah Lark (para regalar) y El Viajero del Siglo de Andrés Neuman, con el que tuve la ocasión de charlar un rato, darle las gracias por "presentarme" a Roberto Bolaño, a través de una referencia de la contraportada de su libro, comentar algo de esta humilde bitácora y Valle Inclán, y pedirle un pequeño consejo sobre una de mis últimas "obsesiones", a saber: los comienzos de las cosas...muy instructivo, le dan a uno hasta ganas de escribir, de escribir mucho...Gracias.

Y el año que viene más, a ser posible...que visitar Madrid, para comer con amigos e ir de libros siempre es buena y provechosa visita.

3 comentarios:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Una charla con Neuman...tienes que contármela. No he leído nada de él, es cierto por los recelos propios que los muy jóvenes me suscitan pero junto a Volpi y a la Oksanen, le tengo ganas.

Un abrazo.

Senior Citizen dijo...

Una charla con Neuman es un lujo, porque habla tan bien como escribe. Que ya es decir....

Max Estrella dijo...

Gracias a los dos por su visita y comentarios,ya comentaré.